Otro consecuencia del control de natalidad

Con el último terremoto en en sudoeste de China, miles de familias (se estiman 50.000 muertos)perdieron a su único hio, su descendencia.
Para sus desconsolados padres, no solo les queda la tristeza y preocupación de haber perdido un hijo, sino que perdieron al único que tenían.
Esto es conseceuncia del fuerte control de natalidad por parte del gobierno chino, mal que cae principalmente en las mujeres, ya que el linaje desciende de los hombres, muchas niñas son abandonadas, asesinadas o dadas en adopción en la búsqueda de sus padres de un hijo varón.
El reciente artículo del Diario la Nación refleja la complicada situación.



Pierden a su único hijo miles de chinos


Por el control de la natalidad de Pekín



PEKIN.- Miles de familias chinas, sometidas a la rígida política estatal de control de natalidad, perdieron a sus únicos hijos en el terremoto que devastó el lunes pasado el sudoeste de China y dejó una estela de muerte y destrucción. Las autoridades chinas dijeron ayer que probablemente unas 50.000 personas murieron en el terremoto que se sintió en todos los rincones de China, mientras decae la esperanza de encontrar sobrevivientes. Gran parte de esas víctimas fatales son niños, hijos únicos de miles de familias. La cifras oficiales ascendían ayer a 19.500 muertos y 30.000 desaparecidos. Es la primera vez que el gobierno chino hace una estimación de la cifra de muertos que incluye a buena parte de las decenas de miles de personas sepultadas bajo los escombros, lo que constituye un indicio de las pocas esperanzas de hallarlas con vida. La gran cantidad de niños y jóvenes entre las víctimas mortales reveló el drama de incontables familias destrozadas por la pérdida de su único hijo. Con más de 1300 millones de habitantes, China tiene una dura política de control demográfico. Las familias urbanas sólo pueden tener un hijo, y las rurales, dos, siempre que la primera sea mujer. En medio de la tragedia, ayer fue rescatada con vida una niña de 11 años tras pasar 68 horas sepultada entre los escombros de una escuela en Yingxiu, en el epicentro del sismo. Los expertos chinos en catástrofes humanitarias consideraron que los heridos y sepultados que no fueran rescatados ayer difícilmente sobrevivirían otro día más. En el plano logístico, el Ministerio de Industria e Información chino lanzó un "llamamiento urgente" a la donación de herramientas y material de todo tipo para las tareas de rescate, ya que algunos socorristas carecen de instrumentos para abrirse paso entre las ruinas. En un principio, reacio a aceptar la ayuda internacional, el gobierno chino autorizó ayer el ingreso al país de un equipo de socorristas japoneses, el primero de ayuda extranjera. Posteriormente se sumó otro ruso, según informó la agencia Xinhua. El primer ministro chino, Wen Jiabao, que en la madrugada de hoy calificó el sismo como el "más destructivo" sufrido por China desde 1949, ordenó el envío de 30.000 soldados suplementarios y 90 helicópteros a las zonas afectadas para apoyar las tareas de salvataje. El ejército, por su parte, comenzó sus primeras operaciones de lanzamiento aéreo de víveres a gran escala. "Debemos emplear todas nuestras fuerzas y salvar vidas a toda costa", dijo Wen en una reunión en el centro de operaciones de socorro, que estimó que más de 10 millones de personas se han visto directamente afectadas por el sismo.

Agencias AP, DPA, ANSA y EFE

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